lunes, 19 de octubre de 2009

Ignacio, Luis y Juan
aunque en distintas promociones, estudiaron en el mismo colegio de la Pamplona de los años 60 y 70. En aquel entonces, la lengua vasca se reducía a un párrafo en la página 124 del libro de Lengua y Literatura Española.
Pero luego el euskera se interpondría en sus caminos: euskaltegiak, barnetegiak, EGA, sakontze ikastaroak, graduondokoak, masterrak... así hasta obtener premios literarios, sustituciones de traductor en la administración pública...
Hoy, curiosidades de la vida, los tres comparten oficina, como traductores de euskera/castellano en CCI.
Por sus manos pasan la mayoría de los anuncios, cartas, menús, folletos, informes, programaciones culturales, materiales didácticos, sentencias, libros de texto, páginas web... en euskera que circulan por ahí. Por sus manos y las de Itziar, la otra traductora del equipo, la euskaldunzaharra, que da a los textos ese toque jatorra.
Así pues, para todo lo que tenga que ver con el euskera, llámenos, pero ahora pregunte por
Iñaki, Koldo o Jon

viernes, 2 de octubre de 2009

Letra txikia

Y no me refiero a la letra pequeña de los contratos que tantos quebraderos de cabeza trae. Me refiero al tamaño de la letra en que están escritos la mayoría de los rótulos en euskera colocados en dependencias públicas. Se cumplirá la ley, los decretos, las ordenanzas y todo lo que se quiera, pero que la versión en euskera tenga una letra más pequeña, en cursiva y de un color apenas perceptible te hace sentirte menospreciado.
Pero lo peor de esa racanería es que se instaura como modelo a seguir. La piscina de la que soy socio acaba de terminar obras de ampliación y remodelación. La directiva procedió a colocar los carteles de cada dependencia en castellano y euskera, y somos muchos los que hemos aplaudido esa decisión. Pero, en este caso también, la parte en euskera es mucho más pequeña y difícil de leer que la de castellano. "Si el ayuntamiento hace así, nosotros también haremos así" habrán pensado en la junta directiva.
Esperemos que no se instaure en la conciencia de los propios vascoparlantes de esta vieja Iruña. En la mía, desde luego, no.

Jon Arbizu